Vocales largas…
Aun no puedo creer que, hoy por hoy, todavía provoques que se me erice la piel, que el corazón quiera saltarme del pecho y que sienta que me falta la respiración cuando espero que respondas el teléfono. Es como si por unos segundos volviera a ser la niña de 6 años que espera impaciente su regalo de cumpleaños.
No dejas de sorprenderme; no deja de sorprenderme lo que causas en mi. Tengo síndrome de abstinencia… de ti.
Escuchando: Ulver – A Quick Fix Of Melancholy
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Los síntomas del sindrome de abstinencia demuestran que no es bueno lo que hacemos … ¿o si? …